Érase una pluma que no podía
parar de escribir cuentos infantiles. A los niños les encantaba porque era muy
limpia y muy brillante.
Pero estaba noche y día
escribiendo. La pluma era super-famosa porque todos los niños del mundo le
gustaban sus cuentos y le daba mucho dinero y lo compartía con los niños pobres.
FIN
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