Tenía un hermano de color
negro que se llamaba bigotes.
Manchitas era el más
juguetón, travieso y nervioso. Un día, su dueño le echó de comer y como era tan
nervioso se atragantó con la comida, suerte que su hermano le empujó con el
hocico y lo salvó.
Ya no es tan nervioso.
FIN
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