La fábrica era de una
mujer llamada Fresita. Tenía una tienda de chuches en la misma fábrica donde
los niños iban cada día a comprar.
Un día la máquina de hacer
chuches se rompió y los niños se pusieron muy tristes. Así que Fresita decidió
comprar una nueva para hacer chuches para los niños.
Y así fueron felices.
FIN
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