Un día un camaleón estaba furioso y no se puso como un camaleón
normal, porque un camaleón cuando está furioso, se pone rojo, pero éste se puso negro porque
estaba muy furioso y como estaba tan furioso que de una patada rompió un árbol
que estaba más gordo que un coche en horizontal, vio a un mono que venía de
visitar al campo y el mono tiró a posta una cáscara de plátano al suelo; como
la cáscara que tiró al suelo estaba en medio del camino, se tropezó el camaleón
y se puso verde.
FIN
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