Érase una vez un niño que no
quería comer verduras. Su madre le
insistió muchísimo hasta que un día la probó.
Le encantó la verdura. Su madre se
puso super-contenta y le prometió que nunca le iba a decir que no le gusta.
-Las cosas si no las probamos no
sabemos si nos gustan. Así que antes de decir nada, tenemos que probarlas.-Le
dijo la madre.
Hay que comer de todo para ponernos
grandes.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deberán referirse al texto de la entrada, no entrarán en conflicto con las mejores normas de urbanidad y de lenguaje y serán firmados por la persona autora. Gracias.