Érase una vez un niño
llamado Vicente. Le daban clases de
padel. Su seño era muy buena. Tenían muchos más niños de padel que también eran
buenos.
Hacían partidos, juegos
como la muralla china.
Pasó el tiempo y empezaron
a jugar torneos y algunos ganaban.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios deberán referirse al texto de la entrada, no entrarán en conflicto con las mejores normas de urbanidad y de lenguaje y serán firmados por la persona autora. Gracias.