Érase una vez un árbol que
echaba todo tipo de frutas. Echaba naranjas, manzanas, plátanos, peras, cerezas
y albaricoques.
La gente del pueblo acudía
cada día a recoger frutas.
Pero un día dejó de echar
frutas y era porque no se acordaban de regarlo.
La señora Mercedes lo regó
y el árbol volvió a dar frutas y toda la gente del pueblo se puso contenta y
nunca más se olvidaron de regarlo.
FIN.
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