Veía pasar a los niños
felices buscando su juguete favorito para Navidad.
El Koala, triste, deseó
poder hacer felices a todos los niños.
Lo deseaba tanto, que Papá
Noel fue a buscarlo y concederle su deseo.
Desde esa Navidad el Koala
sería su ayudante para repartir los regalos a todos los niños del mundo.
Desde ese momento el
pequeño koala fue el más feliz del mundo.
FIN
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