Era un día maravilloso y el conejo Pepito se levantó para ir a buscar zanahorias para que su mamá hiciera de comer.
Cuando llegó al huerto se encontró a su papá y le preguntó:
-¿Dónde vas hijo?
Pepito dijo:
-Voy a coger zanahorias para mamá.
Pepito volvió a casa con las zanahorias pero por la tarde su mamá lo mandó a por más para hacer un pastel. Cuando Pepito llegó al huerto vio a su papá y le dijo:
- He vuelto a por zanahorias.
Su papá le dijo:
-Lo siento Pepito, ya no quedan más hay que esperar a que vuelvan a crecer. Pepito fue todos los días a regar el huerto hasta que crecieron las zanahorias y se las llevó a su mamá para que le hiciese un pastel delicioso.
FIN
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