Érase una vez una princesa que se llamaba Roxie. Vive en un palacio solita. Un día salió de compras y se encontró un perrito y decidió llevárselo a su palacio.
A los pocos días llamaron a la puerta. Era el dueño del perrito y le preguntó a la princesa:
-¿Te lo has encontrado a un perro?
-Ella dijo sí.
El perrito al oír la voz de su dueño salió corriendo hacia él.
Entonces a la princesa no le quedó más remedio que devolvérselo.
Se quedó muy triste. Fue a una tienda de animales y se compró un perrito.
Así nunca estuvo sola.
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