Pedrito era un niño al que le gustaba mucho el chocolate. Cuando iba con su mamá a hacer la compra siempre pedía chocolate, pero su mamá le reñía mucho porque decía que si comía tanto chocolate se le caerían los dientes.
Pedrito no hizo caso y siguió comiendo chocolate. Se le picaron todos los dientes y vio que lo que le decía su mamá era verdad.
Nunca más volvió a desobedecer a su mamá.
FIN
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